(Ref es.aleteia.org)
Las informaciones difundidas por la prensa internacional no responden a la verdad de los hechos, según denuncian periodistas independientes
Sin embargo, la información difundida en todo el planeta parece ser una manipulación, según afirma la periodista Naomi O’Leary, quien contrastó lo publicado con el periodista holandés Paul Bolwerk, autor de la historia original. Es cierto que la joven pidió la eutanasia a las autoridades sanitarias, pero fue rechazada. Sencillamente, Noa, según la información original, se negó a comer y beber hasta su muerte, y la familia, junto con los médicos, después de haber intentado todo tipo de terapias – incluido el electroshock- , convencidos de la inutilidad de sus esfuerzos, decidieron no forzar su decisión, sino que le ofrecieron tratamiento paliativo.
La pregunta que queda en el aire, junto a la cuestión de la deontología profesional más elemental que debería obligar a quienes han difundido una información falsa a reparar y a comprobar las fuentes – cosa que por ahora no ha sucedido – es la de qué intereses hay en provocar un debate sobre la eutanasia a nivel mundial, presentando casos límite como el de esta pobre joven y normalizando este tipo de supuestos.