La Eutanasia para personas con voluntad limitada.
Su aplicación es una puerta abierta para cometer terribles injusticia si no se valora adecuadamente los factores que puedan afectar, condicionar o anular su libertad para decidir. La evaluación de la voluntad del paciente en la eutanasia es uno de los aspectos más difíciles de valorar. Esto se debe a que la voluntad de morir del paciente puede viciarse fácilmente por distintas causas morales o psicopatológicas que mostramos a continuación.
Contenido
1. El consentimiento puede viciarse
Desde el Derecho se hace observar que el consentimiento libre y voluntario del sujeto puede viciarse muy fácilmente: puede sufrir coacciones por parte de la familia, de los cuidadores, del médico; de personas interesadas en cobrar seguros de vida; o por la Administración (en un paciente que esté a cargo de la Administración sanitaria solamente), etc.
Cuando la situación de la persona enferma supone una importante carga familiar, objetiva o subjetiva, la opción de elegir la eutanasia se convierte en una coacción moral sobre la conciencia de la persona que se siente un estorbo.
Desde la Medicina, los especialistas –psiquiatras, paliativistas, intensivistas, neurólogos, etc.–, han hecho notar importantes objeciones sobre la libertad del paciente cuando expresa su “voluntad de morir”.
2. Eutanasia a una persona sin libertad
Sólo desde la libertad se pueden tomar decisiones acordes con el pensamiento y el propio modo de vivir. Los trastornos que influyan en la misma ocasionarán, en mayor o menor medida, una decisión tomada desde la patología, en la que ésta carece de un elemento fundamental: la libertad.
Pero precisamente cuando existen trastornos mentales, la libertad está seriamente comprometida, pudiendo llegar a anularse de forma transitoria o definitiva la capacidad de decidir.
La libertad o autonomía de la voluntad del paciente que expresa su voluntad de morir es un elemento esencial para atender o no la petición de eutanasia.
3. Algunas patologías disminuyen la libertad
Algunas patologías pueden comprometer las funciones psíquicas esenciales (la conciencia, el pensamiento, la sensopercepción, la vivencia del yo o la afectividad) para tomar decisiones relevantes. La integridad de estas funciones es condición sine qua non para asumir que una decisión está libremente tomada y se ajusta a la verdadera voluntad de la persona y no a la voluntad patológicamente determinada.
Por ello, las personas que padezcan descompensación psicopatológica en el momento de tomar decisiones que afecten a su futuro, previamente deben ser apoyadas con el fin de restaurar su libertad y, en definitiva, su capacidad de tomar decisiones. Especialmente si fuesen decisiones en contra de sus propios intereses y que son irreversibles.
4. Pacientes con trastornos mentales
Los trastornos mentales más severos de por sí colocan a esos pacientes en situaciones de especial vulnerabilidad, al llevar asociados problemas de esperanza de vida, acceso a la vivienda, al empleo, a la atención sanitaria especializada, etc.: es importante garantizar que estas carencias remediables no contribuyan al deseo de morir.
5. Pacientes depresivos
Es bien conocido que el deseo de morir forma parte de la sintomatología habitual de varios trastornos mentales, especialmente de los trastornos depresivos, aunque también de la esquizofrenia, las adicciones y los trastornos graves de personalidad, entre otros.
De hecho, el suicidio es una preocupación de salud pública a nivel global -la incidencia de suicidios consumados en pacientes con trastornos mentales es muy alta, siendo una de las principales causas de muerte en personas de 15 a 34 años-. La opinión científica es unánime al relacionar la mayoría de los suicidios consumados con la presencia de enfermedades mentales, incluso aceptando que el deseo de morir no resulta siempre de la manifestación de una enfermedad mental.
La presencia de depresión es una preocupación especial en las solicitudes de eutanasia porque puede afectar la competencia de los pacientes, particularmente en la ponderación relativa que dan a los aspectos positivos y negativos de su situación y posibles resultados futuros.
La depresión es una enfermedad para la que existen tratamientos y es potencialmente reversible. Los pacientes con depresión pueden ser considerados como una población vulnerable en este contexto, ya que su solicitud de muerte puede ser debida a la presencia de esta; y la respuesta correcta es el tratamiento de la depresión, en lugar de la asistencia en la muerte.
6. Incongruencia de preservar el suicidio y facilitar la eutanasia
Es indudable que algunos trastornos mentales son causa de enorme sufrimiento y el grado de afectación que generan se infiere fácilmente, tanto de la experiencia social y profesional con pacientes psiquiátricos, como de las cifras de suicidio atribuibles a trastornos psiquiátricos. No puede dejar de señalarse la similitud de la desesperanza y el deseo de morir con la sintomatología propia de las depresiones y con el contexto clínico del suicidio.
La vulnerabilidad no debe utilizarse para discriminar el acceso a la ayuda a morir ni a ningún otro derecho legal, pero no puede obviarse la presencia de elementos ajenos a la persona en la toma de decisión, más aún cuando se trata de un hecho irreversible.
En sociedades en las que la prevención del suicidio se considera una responsabilidad global, y la disminución de las cifras anuales un objetivo común,
No puede soslayarse la incongruencia de plantear la ayuda a morir en personas que sufren trastornos que tienen entre sus propios síntomas, formando parte de la patología, la ideación suicida y el deseo de morir.
7. El deseo de morir
Existen numerosos estudios (ver referencias) sobre el “deseo de morir” que presentan los pacientes oncológicos o en situación terminal en algún momento de su evolución clínica. Las investigaciones ponen de manifiesto que esa situación anímica tiene un significado bien distinto al de una “voluntad efectiva de que les quiten la vida”.
8. Conclusión
La eutanasia para personas con voluntad limitada es una puerta abierta para cometer terribles injusticia si no se valora adecuadamente los factores que puedan afectar, condicionar o anular su libertad para decidir. Muchos estudiosos del Derecho y de la Medicina han señalado que evaluar la verdadera autonomía de alguien que manifiesta su voluntad de morir es de las cuestiones más difíciles. Su voluntad puede viciarse por coacciones de sus familiares, médicos, o por diversos intereses ajenos al paciente. Más aún, verá como una opción la eutanasia si su enfermedad supone una molesta carga familiar que lo haga sentir como un estorbo inútil.
La libertad del paciente puede verse afectada y hasta suprimida por numerosas patologías, las cuales comprometen funciones psíquicas esenciales para decidir tales como la consciencia, el pensamiento, la sensopercepción, la vivencia del yo o la afectividad. Estos pacientes, antes de tomar decisiones relevantes e irreversibles, primero deben ser tratados con el fin de restaurar su libertad y su capacidad de decidir.
Además, existen diversos trastornos mentales (depresivos, esquizofrénicos, adicciones, trastornos de la personalidad, etc.) cuya sintomatología es el deseo de morir, el suicidio. Los depresivos se convierten en el grupo poblacional más vulnerable por lo que antes de aprobarse una eutanasia primero debería tratarse su sintomatología y ser aprobada con tutela judicial.
Aprobar la eutanasia a un paciente que sufre un condicionamiento, afectación o supresión de su libertad es otra manera de cometer graves injusticias.
Gracias por compartir este artículo en tus redes sociales. Sugerimos te suscribas a nuestro boletín semanal de Euvita, y si lo deseas, ayúdanos a difundir nuestro mensaje haciéndote socio.
Accede a nuestros Modelo de Testamento Vital o Voluntades anticipadas, para que no te apliquen la eutanasia y solicites la asistencia para restaurar tu libertad.
Te invitamos a que te sumes a paralizar la Ley de Eutanasia, firmando el escrito de Euvita dirigido al Tribunal Constitucional.
Referencias
– Bellido-Pérez M, Monforte-Royo C, Tomás-Sábado J, Porta-Sales J, Balaguer A. Assessment of the wish to hasten death in patients with advanced disease: A systematic review of measurement instruments. Palliat Med. 2017 Jun;31(6):510-525. doi: 10.1177/0269216316669867. Epub 2016 Oct 22. PMID: 28124578; PMCID: PMC5405817.
– Rodríguez-Prat A, van Leeuwen E. Assumptions and moral understanding of the wish to hasten death: a philosophical review of qualitative studies. Med Health Care Philos. 2018 Mar; 21(1):63-75. doi: 10.1007/s11019-017-9785-y. PMID: 28669129.
– Belar, Alazne & Arantzamendi, Maria & Santesteban, Yolanda & López-Fidalgo, Jesús & Martínez García, Marina & Gay, Marcos & Rullan, Maria & Olza, Inés & Breeze, Ruth & Centeno, Carlos. (2020). Cross-sectional survey of the wish to die among palliative patients in Spain: one phenomenon, different experiences. BMJ Supportive & Palliative Care. bmjspcare-2020. 10.1136/bmjspcare-2020-002234.
– Arantzamendi M, García-Rueda N, Carvajal A, Robinson CA. People With Advanced Cancer: The Process of Living Well With Awareness of Dying. Qual Health Res. 2020 Jul; 30(8):1143-1155. doi: 10.1177/1049732318816298. Epub 2018 Dec 12. PMID: 30539681; PMCID: PMC7307002.