Álvaro Gándara explica, en el canal de BioéticaRed de Youtube, qué es la sedación paliativa. El Dr. Álvaro Gándara del Castillo es el coordinador de la unidad de Cuidados Paliativos de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Puedes entrar al video al final de este artículo.
Fuente: BioéticaRed Autor: Álvaro Gándara del Castillo
¿Qué es la Sedación Paliativa?
La sedación paliativa consiste en introducir deliberadamente un fármaco de carácter sedante para dormir, lo suficientemente profundo, a un paciente y aliviar un síntoma refractario. La Sedación Paliativa es un acto médico y como todos los actos médicos están sometidos a una “lex artis”, a un bien hacer médico para beneficiar al paciente.
Decimos síntoma refractario porque tenemos que garantizar que ese síntoma que produce ese sufrimiento extraordinario al paciente, por supuesto en situación paliativa al final de la vida, no podemos abolirlo con los tratamientos que la práctica médica habitual aconseja.
Si el paciente tiene un dolor por un cáncer extremadamente alto de un 10 sobre 10, pero ni siquiera hemos empezado a tratar con morfina a las dosis adecuadas, nunca podemos hablar de un síntoma refractario.
Por eso, tenemos que garantizar que todos los recursos terapéuticos, al alcance de un médico y de acuerdo a su experiencia, sean utilizados para abolir o disminuir el sufrimiento causado por ese síntoma. Luego la existencia de la refractariedad del síntoma es algo fundamental para que el acto médico de la sedación paliativa esté correctamente indicado.
Para ello, debemos tener un condicionante ético imprescindible que es contar con el consentimiento informado del paciente. Al paciente hay que decirle, que no disponemos en ese momento de ningún tipo de recurso terapéutico para aliviar ese sufrimiento y que vamos a iniciar una maniobra como es la sedación paliativa que, como todo acto médico y basándose en el principio de doble efecto, tiene una parte buena que es el alivio del sufrimiento, pero el efecto malo que causamos es la de inducir el sueño y por lo tanto la pérdida de consciencia.
Esto significa que el enfermo no va a poder comunicarse con sus seres queridos, ni con un sacerdote, ni con el médico, ni con nadie porque va a estar dormido.
Por tanto, es un proceso científico, riguroso, que requiere un seguimiento por parte del médico responsable para ajustar las dosis lo suficientemente poco profundo para aliviar ese sufrimiento y que, durante el tiempo que va a permanecer esa sedación sea conforme a la experiencia y a la «lex artis».
Cuando el paciente está en una situación de agonía, de últimos días, últimas horas, le llamamos sedación en la agonía y es aquí cuando la sedación normalmente es de carácter irreversible, no así en los otros casos que a veces usamos sedación para que ese síntoma refractario disminuya o incluso desaparezca. Luego, siempre tenemos que tener presente la posibilidad de que la sedación paliativa sea reversible.
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